De la misma manera que
nos esforzamos a vestir y mimar nuestra casa, la creación de espacios al aire libre,
desde pequeños balcones a grandes jardines, que irradien felicidad es también
muy importante. No podemos ni debemos renunciar a la belleza de la naturaleza, allá donde vivamos.
Nosotros y nuestras
circunstancias, nuestro espacio al aire libre es una de esas circunstancias.
Ese espacio es una parte inherente de nosotros y dice mucho de cómo somos. Es
una simbiosis muy interesante y evoca nuestra personalidad.
Aprendes a escuchar la voz de la tierra, practicas la atención plena al
observar la naturaleza, al mirar atentamente esa planta. Aprendes a dejar que todo siga su camino, su tempo, su ritmo. Hacer las cosas con las
manos, reencontrarnos con la tierra, reconectar con nuestra esencia. Y a la vez
es un esfuerzo agradecido, tenemos la recompensa. Plantamos, esculpimos, cuidamos, escuchamos, nutrimos y agradecemos.
Katrin nos ha dejado
entrar en su espacio favorito, prepárate un refresco, siéntate cómodamente en tu sillón, y disfruta
compartiendo las fotos de este precioso rincón.
Permiso para soñar en
verde.... es maravilloso estar viv@ y disfrutar
de la vida.
xo, Rosa
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