Este blog surge de la
necesidad de compartir, de lanzar al viento, las inspiraciones que conmueven mi
mundo
Nuestra casa es la
proyección de uno mismo. Las casas son el reflejo de lo interno, pero a la vez
lo formal, el exterior, influye también en nuestro interior. Es importante
preguntarnos qué quiero recibir, qué me da la casa cuando abro la puerta. Una
casa bonita, cómoda, habitable, confortable, un lugar donde arraigar para luego
abrir el corazón. Cuando abrimos el corazón nuestros objetos adquieren alma y
transforman nuestra vida.
Te invito a participar de
la emoción de crear espacios, nuestros espacios, donde sentirnos bien, donde
hacer que nuestra gente se sienta feliz, sea su refugio, y su bienestar.
Participa en la emoción
de ser un artista, de crear algo personal, donde lo realmente importante es el
proceso a través del cual conectamos con lo que realmente somos. Es divertido volver
a diseñar ese espacio, añadir piezas nuevas o reinventar las piezas ya existentes,
siempre cambiando y evolucionando en base a las experiencias de nuestra vida.
Acompáñame en esta nueva aventura.
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